El tiempo en la novela no es cuestión baladí.
Primero de todo se trata de
una novela prehistórica ambientada en el neolítico, pero yo me refiero aquí a
la historia narrada. Desde que el protagonista despierta de una siesta se le
plantea una incógnita, y la resolución de dicha incógnita sucede en unas pocas
horas, más o menos en la madrugada del día siguiente. Por lo tanto, el tiempo “real”
durante el cual transcurre la trama supone unas 16-18 horas.
Escribir una historia dentro un margen tan exiguo de tiempo es
complicado. Además, si lo que pretendo es formar un personaje “redondo”, un
protagonista complejo y creíble, entonces debo recurrir a su pasado, incluso a
su más que probable futuro. Aquí entran en juego sus pensamientos y sus
recuerdos, que a través de técnicas determinadas deben ser introducidos a lo
largo de la narración de esas 18 horas.
Buen trabajo sigue así y esperando el siguiente libro!!
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