Y si, ya es hora. Niños, trabajo, novela y vicios roban horas, pero no
hay excusa para actualizar el blog. Pretendía con estos escritos ir
describiendo el proceso de escritura de la novela pero no cumplí, pues ya
camina aquella por el ecuador (o eso supongo, porque nada más lejos de la ciencia
que la construcción de una novela). Prometo, eso sí, escribir más a partir del
momento presente.
Voy a la trama, que me enredo.
Ya dije en una entrada anterior el por qué de escribir una novela
prehistórica, pero una vez tomada la decisión carecía de todo a excepción del
contexto temporal, y esto y nada viene a ser lo mismo.
Encontrar una trama para un período tan aparentemente pacífico suponía,
en origen, un grave problema, ya que la novela histórica viene a tener comienzo
en un suceso más o menos trascendente para una determinada civilización.
Digamos que en el Neolítico no había guerra organizada como tal, cuando
menos no a la manera en que luego habrá en la Edad del Hierro. Los hombres no
buscaban entonces localizaciones de difícil acceso para construir sus casas
sino que preferían la orilla de pequeños ríos, priorizando el abastecimiento de
agua y la accesibilidad. Es de suponer por los pocos vestigios conservados que las
agrupaciones humanas rara vez superaban el centenar de personas. No hay que
tener demasiada imaginación para suponer que habría conflictos, por supuesto,
con el fin de dominar los territorios más generosos, pero en mis primeras
indagaciones no encontré nada verdaderamente reseñable como para crear un
argumento novelesco.
Así que, ¿cómo generar intriga?. Tampoco es que la intriga sea
imprescindible para construir una novela, pero ni soy Dan Brown ni Pérez
Reverte, así que si quiero vender cuando menos un par de centenares de
ejemplares me debo a la intriga.
Neolítico
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Edad del Cobre (excepto África negra)
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Edad del
Bronce (excepto África negra)
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Para situarnos mejor, estoy hablando de un período histórico amplio,
entre 3.000 y 4.000 años a.C. El valle medio del Ebro es la localización geográfica,
entre Sierra Cantabria y los Cameros, la Rioja Alavesa y los valles del Leza y
el Iregua. Los restos arqueológicos son limitados, poco más que dos docenas de
dólmenes que fueron enterramientos tumulares. Ajuares escasos, mezcla de fechas
y materiales, desde las más simples hachas pulimentadas hasta la cerámica
campaniforme posterior. Poco más, muy poco más, algunos estudios arqueológicos
relativos a la exploración de los hallazgos y muy poca historiografía de
conjunto.
El Megalitismo se extiende ferazmente por todo el occidente atlántico y
gran parte del Mediterráneo, con excepciones, y llega a extenderse hasta la
parte más oriental de Asia. Es un fenómeno complejo, aún por desvelar en su
totalidad, que probablemente no tiene un foco de origen único y común sino que
es consecuencia lógica de la sedentarización de los grupos humanos.
Lo dicho, a grandes rasgos, me obligaba a buscar una trama por otros
rumbos que los propiamente históricos.
A medida que profundizaba en las fuentes escasas, fui alimentando la
sensación de que me enfrentaba a gente que poseía muchas riquezas, o sea comida
en abundancia. El paisaje que tan bien conozco era completamente diferente al
que pisamos. El hoy tan feraz valle del Ebro resultaba entonces impracticable
para los hombres, que buscaban para instalarse las laderas o los valles de algunos
cordales montañosos, lugares donde disponían de caza abundante además de pasto
para el ganado, y donde podían experimentar con los primeros cultivos.
Del trabajo surgieron multitud de ideas, que no de la inspiración, y de
los sueños me quedé con uno solo, en el que un hombre corría desesperado
tratando de escapar de las zarpas de un gigantesco oso.
Ya tenía el germen de una historia, ya podía comenzar a trabajar.
Muy original el enfoque del blog, y muy ilustrativo del modo de ir elaborando una novela. Esperamos más aportes, Rubén! Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarInteresante lo que veo, Rubén.
ResponderEliminarNo lo dejes porque resulta enriquecedor y muy cercano para el que empieza.
Comparto por ahí.
Namasté.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios. Como podéis ver sois los primeros en comentar. Comencé el blog hará unos 6 meses, pero gracias a vuestras aportaciones me animaré a seguir ilustrando la construcción de la novela, que ya va bastante avanzada. Ahora mismo salgo corriendo para una nueva presentación de la primera novela.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para los dos.